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Mostrando entradas de mayo, 2011

La Pasión del Che Guevara

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La conjunción de una derrota sublime, de un craso error táctico y estratégico, y de dos imágenes que se difundieron casi simultáneamente hicieron de Ernesto Guevara un símbolo de desinterés, coraje, absoluto desapego, incluso por el objetivo, y emblema de una victoria metafísica. La historia debe aún decir mucho sobre las razones que llevaron a Guevara y sus ideales al callejón sin salida de la Quebrada de Churo, en la selva de Ñancahuazú, en el sudeste boliviano. El modo incluso en que el Che cayó en manos del ejército boliviano en 1967, herido, andrajoso, con su arma rota, debería ser tan significativo como su cuerpo tendido sobre una angarilla colocada a su vez sobre dos piletones en el lavadero del hospital de Vallegrande. "No se preocupe, capitán, esto se acabó", dice Gary Prado que le dijo Guevara al entregarse. Prado es hoy general y se mueve en silla de ruedas, baleado por la espalda por error cuando desalojaba, años después, un pozo petrolero tomado por comando

La misa: el efecto teatral

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El efecto teatral (espero que ningún católico se ofenda por este término noble) de la liturgia católica quizá se acentuaría si, como quiere el Papa, se volviera a la misa en latín. Es probable que la Iglesia Católica Apostólica Romana haya adoptado en 1960 la misa en idiomas vernáculos, y desistido del latín como lengua muerta y lengua sagrada, porque no confía en los efectos del distanciamiento brechtiano. Es probable también que después de Brecht el teatro haya desistido de provocar esos efectos o los haya radicalizado de manera que se hicieron totalmente ineficaces (teatro de propaganda / teatro ineficaz) por las mismas razones. Es decir, porque no comprendió el poder revolucionario del drama de Brecht. Es probable que ni católicos ni teatristas hayan confiado, en última instancia, en el público. ¿Qué se argumentaba en 1960 para que se dejase de oficiar la misa Tridentina? Que la gente se iba de la Iglesia. ¿Qué argumentan hoy los pastores carismáticos católicos en relación con

Quoth the Raven

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El 19 de enero del año que viene [2009] estaremos festejando el bicentenario del nacimiento de Edgar Allan Poe en Boston. Y el 7 de octubre de 2049 muchos de ustedes, no seguramente yo, recordarán el infausto día en que, 200 años atrás, Poe murió en un hospital de Baltimore. Adelantémonos a decir que Poe fue el “fundador de la poesía moderna”, y no solo el precursor del cuento corto y el gran maestro del cuento de terror. Poe, y no Baudelaire, quien a su vez lo descubrió en Francia y escribió por él uno de sus textos más emocionados y sinceros. Poe y no Baudelaire, ¿Por qué? Poe escribió apenas un puñado de poemas. El más popular, “El cuervo”. Ese poema nada nos dice a simple vista sobre el carácter de la poesía moderna, parece más bien anacrónico, pues ambiente, música y personajes hacen pensar en una situación poco imaginable en la costa Este de los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XIX. Todos sus poemas y casi todos sus cuentos, por otra parte, tienen esa cualidad